Atraídos por el especial microclima y misticismo de Valle de Elqui mezcla de cobijo, silencio, paciencia y dulzura nos sorprendimos y encantamos con la enorme diversidad de frutos que hay en éste maravilloso microclima.
Conservar los alimentos es una tradición familiar, que se traspasa de generación a generación.
Esta leyenda se ha utilizado desde el origen dando fruto a innovadoras recetas.