El Valle de Elqui recibe a sus visitantes con los dotes que la generosa naturaleza le ha sabido entregar: los cielos más puros y claros, bondadosos en un cálido sol que ilumina cerros y fértiles tierras bañadas por sus ríos en el día, y en la noche, un espectáculo único de millones de estrellas que regalan la magia a sus asombrados espectadores.
El canto de los grillos acompaña en el silencio del atardecer, en un lugar que invita a la calma y meditación. Considerado el nuevo Tibet, muchos son quienes se acercan a este lugar guiados como un potente faro luminoso, en busca de la armonía espiritual y corporal.
Mientras, en cada rincón de sus sinuosas calles enmarcadas en casonas de siglos pasados, su gente amable saluda con una sonrisa al viajero. En los pequeños poblados, están ubicados alojamientos con propuestas distintas que invitan al descanso, mientras restaurantes ofrecen una sugerente carta donde se pueden probar deliciosos productos locales, sin dejar de mencionar para quienes gusten de la aventura, entretenidos tours a caballo, trekking o paseos en bicicletas.
En suma, El Valle de Elqui se presenta como un destino turístico formidable para vivir experiencias. Usted decide cuál de ellas será la que desee vivir en su próxima visita.
Bienvenidos!